Durante años se han producido diversas películas navideñas, en los diversos géneros que contiene este arte, con historias sobre el amor, la unión, la familia, fantasía, amistad, etc. Valores que forman parte de esta fecha, pero no tanto en la realidad.

Tangerine, la reciente película de Sean Baker (Starlet), es una historia navideña contemporánea y totalmente realista, la historia de Alexandra (Mya Taylor) y Sin-Dee (Kitana Kiki Rodriguez), dos prostitutas transgéneros, donde la segunda, quien salió de prisión en víspera de navidad, al enterarse que su novio, Chester (James Ransone), la engaña con otra, emprende una desenfrenada búsqueda de ambos.

La sincronización de las acciones de la película con las canciones es lo que más llama la atención, y gusta, al inicio, y será permanente a lo largo del filme. 

En tanto que divierte con la comedia y el humor negro que envuelve esta historia, en la que también se ve involucrado un taxista armenio, Razmik (Karren Karagulian), cliente asiduo de Sin-Dee, quien al enterarse de su liberación deja la cena navideña con su familia para buscarla.

De tal manera que, al final del día, en plena noche buena, tenemos a todos los personajes en un mismo escenario discutiendo sobre la infidelidad y la amistad, Sin-Dee con Chester y Alexandra, y Razmik con su familia.

Una película que nos revela lo difícil que es la vida para las personas LGTB en uno de los estados más lujosos de Estados Unidos, donde son víctimas de discriminación y maltrato, pero, a pesar de ello, las reconforta el hecho de tenerse juntas para defenderse.

Así mismo, otra cosa para destacar de Tangerine es que ha sido filmada con iPhones, según reveló el mismo director, lo cual demuestra como las nuevas tecnologías pueden ser aprovechadas para construir historias, a pesar del bajo presupuesto.