Bone Tomahawk es una magnífica mezcla de western con terror, que te mantiene a la expectativa a lo largo del desarrollo del metraje, dado que empieza con un sangriento asesinato-saqueo, pasando por extraño lugar y unos personajes un tanto particulares. 

Esta película, que significa el debut como director de S. Craig Zahler, se va desarrollando como un western clásico, con un pueblo alejado, el sheriff, la leal esposa, la cantina, vaqueros e indios.

Sin embargo, cuando se da el secuestro de uno de los ayudantes del Sheriff con la doctora del pueblo y un reo, es donde el suspenso y terror se apodera del pueblo (y del film). Lo que es, sin duda, lo mejor, la combinación de ambos géneros, bien tratados y que hacen de Bone Tomahawk, una película bastante digerible y, al mismo tiempo, tiene al espectador al tanto de un peligro inminente en la trama.

Kurt Russell, quien también protagoniza The Hateful Eight, parece haberse dado cuenta que el western es el género que mejor le asienta ahora, dado que su personaje, el sheriff Franklin Hunt, junto a su ayudante Chicory (Richard Jenkins), conforman una excelente pareja, y lo mejor, en la película.

Así mismo, el valiente Arthur, interpretado por Patrick Wilson, cuyo personaje va al ritmo del film, algo lento pero, a medida que el clímax, aumenta su personaje va ganando notoriedad.

En 2015, “el año del western” –tomando en cuenta The Hateful Eight y Slow West- Bone Tomahawk es una propuesta nueva, fresca y que puede marcar el regreso a la pantalla grande de este, olvidado, apasionante y memorable género.